Yoga y Ayurveda

¿Por qué algunas posturas de Yoga (asanas) lo dejan con una sensación de calma, concentración y equilibrio, mientras que otras lo dejan agitado, con dolor y desconcentrado?

 Además de ofrecer recomendaciones de alimentación y estilo de vida, Ayurveda también brinda una nueva perspectiva a la práctica de Yoga. De hecho, Yoga y Ayurveda son dos caminos entrelazados estrechamente: es difícil viajar por uno de estos sin conocer el otro. Yoga es el arte antiguo para equilibrar la mente y el cuerpo, aumentar la conciencia y traer la auto-realización. Ayurveda es la ciencia antigua que nos permite mantener el cuerpo y la mente saludables para poder así alcanzar una salud perfecta que nos permita cumplir nuestras metas. Según el Dr. David Frawley, erudito védico, “Yoga es el lado práctico de las técnicas védicas, mientras que Ayurveda es el lado de la curación”. En la práctica, estos dos caminos coinciden en gran medida.

Ayurveda nos ayuda a entender que posturas de Yoga (Asanas) son mejores para cada individuo, así como comprender cómo las diferentes formas de ejercicios de respiración (Pranayama) nos afectan. De igual manera, todas las técnicas de sanación Ayurvédica hacen que los efectos de todas las prácticas Yóguicas sean mucho más profundos.

Mientras, que Yoga tuvo una fuerte acogida en Occidente luego que Swami Vivekananda introdujera esta ciencia en 1893, su hermana, Ayurveda, se quedó atrás por razones culturales. Hoy, casi 100 años después, Ayurveda llegó al continente Americano en busca de su hermano, en busca de su otra mitad.

El Yoga tradicional tiene un aspecto enfocado a la salud e incluye diversas prácticas de purificación. De la misma manera, Ayurveda es mucho más que principios alimenticios. Ayurveda puede ser vista como la ciencia que entiende como interactuamos y nos relacionamos con nuestro medio ambiente. Ayurveda nos invita a modificar nuestro entorno de tal manera que esté en armonía con nuestra naturaleza profunda.

Ayurveda es la ciencia de cómo interactúan nuestras energías. Como tal, Ayurveda direcciona nuestro estilo de vida hacia la armonía, lo que puede incluir una rutina de ejercicio y Yoga. Ayurveda considera que el camino de cada persona hacia la salud perfecta es completamente único.

Ayurveda se basa en la idea que existen tres formas de fuerza de vida llamadas Doshas: Vata, Pitta y Kapha. Todos estamos hechos de una combinación única de estas tres fuerzas. Esta combinación única, determinada al momento de la concepción, es nuestra constitución o Prakruti. Estas fuerzas oscilan constantemente conforme a nuestro entorno (alimentación, estaciones del año, clima, y edad, entre otros).

 Para entender cómo los principios de Ayurveda afectan la práctica de Hatha Yoga, debemos comprender la energética del movimiento. Todo movimiento y/o actividad es rajásico (estimula) y calienta el cuerpo. Sin embargo, algunos movimientos son calurosos o rajásicos que otros. En general entre más lento es el movimiento, es más sáttvico (claridad). En este contexto, Hatha Yoga junto con otras disciplinas como el tai chi son inherentemente menos rajásicos que correr o hacer aeróbicos. También se dice que cualquier forma de movimiento practicado con gran conciencia es más sáttvico. Los que se practican con distracción o menos atención son rajásicos. Por lo tanto una forma de mejorar nuestra experiencia de Yoga es practicarlo lentamente y con mayor conciencia de cómo nos sentimos y de nuestra respiración. Practicar Yoga sin conciencia es invitar a una lesión. Practicar con conocimiento es invitar a aprender quienes somos, observándonos.

En el desarrollo de una práctica sana de Yoga, los estudiantes no sólo deben tomar en cuenta su constitución y desequilibrio, sino también su edad, la estación del año y las horas de la práctica. Estas influencias afectan el balance de las energías en nuestro cuerpo y por lo tanto esto deberá reflejarse en una práctica de Yoga saludable.

A la hora de diseñar una práctica de Yoga personal, la influencia de la estación, la edad y la hora del día no son tan importantes como su vikruti general o su desequilibrio. Estos deben ser vistos como los factores que modifican su práctica, pero no como los factores que la generan. Su vikruti es el factor determinante más importante. ¡Es incluso aún más importante que su constitución! 

Asanas para Vata

 Las asanas más adecuadas para Vata son aquellas calmadas y que restablecen la conexión con la tierra. Esto contrarresta la tendencia de Vata de ser agitados o nerviosos. Estas asanas ayudan a calmar el miedo, la preocupación y la ansiedad a nivel emocional y mejorarán desequilibrios físicos de Vata, tales como el estreñimiento, dolor de espalda baja y dolor articular. Estas asanas comprimen la parte baja del abdomen o hacen que se tensiones. La parte baja del abdomen, la pelvis y el intestino grueso son la residencia principal de Vata. Además, las posturas que fortalecen la espalda baja ayudan a aliviar a Vata. En general la mayoría de las asanas de Yoga son buenas para brindar mayor equilibrio a Vata ya que calman la mente. Las personas de naturaleza Vata deben evitar asanas que estimulen excesivamente el sistema nervioso tales como saludos repetitivos/excesivos al sol (Surya Namaskar) y aquellas que ejercenn presión excesiva en las articulaciones más sensibles. 

Ejemplos: Uttanasana, Paschimontanasana, Supta Virsana, Siddhasana y Padmasana

Asanas para Pitta

 Las mejores asanas para Pitta son aquellas que son calmadas y no calientan excesivamente. Las personas de naturaleza o desequilibrio Pitta tienden a ser intensos. Las poses que promueven la tranquilidad ayudan a sedar su intensidad y aquellas sáttvicas ayudan a superar la ira y el resentimiento. Estas asanas son buenas para condiciones tales como ulceras, hiperacidez, enfermedades hepáticas y el acné. Las asanas que ayudan a equilibrar pitta son aquellas que ejercen presión sobre la región del ombligo y el plexo solar. Esta región es la residencia de Pitta. Se deben evitar la postura parado de cabeza (o al menos limitar el tiempo en esta), ya que esta aumenta el calor del cuerpo, particularmente en la cabeza.

Ejemplo: Ustrasana (postura de camello). 

Asanas para kapha

Las asanas más adecuadas para Kapha son aquellas que estimulan y calientan el cuerpo. Esto ayuda a equilibrar la naturaleza pesada, lenta y fría de kapha. Las mejores asanas son aquellas que abren el pecho y el estómago, ya que estos son lugares donde se acumula Kapha. Estas asanas son excelentes para la prevención y el tratamiento de condiciones congestivas como bronquitis y neumonía, así como condiciones obstructivas tales como asma y enfisema.

Ejemplos: Ustrasana (postura de camello), Setu Bandhasana (postura de Puente).

Filosóficamente, ambos Yoga y Ayurveda tienen sus raíces en la misma filosofía básica de Sankhya, una de las seis escuelas de la filosofía clásica hindú. El fundamento de esta filosofía puede describirse de la siguiente manera:

1.         Existe un estado fundamental del Ser puro que está más allá de la comprensión intelectual. Este es el estado de la iluminación o liberación de uno mismo (Moksha).

2.         El sufrimiento es parte de nuestra vida a causa de nuestro apego a nuestro ego o identidad propia (Ahankara).

3.         El camino para terminar con el sufrimiento es el camino de disolver o trascender nuestro ego (Ahankara). Consiste en erradicar el miedo, ira y apego, entre otros

4.         Para alcanzar este objetivo, debemos vivir de manera ética. Estas prácticas se describen como Yamas y Niyamas y se encuentran en los Yoga Sutras de Patanjali.

5.         Cualquier perturbación en la mente o el cuerpo interfiere con este camino. Ayurveda es la ciencia que mantiene las fuerzas biológicas en equilibrio de modo que podamos estar saludables.

El Yoga, junto con la meditación y un estilo de vida adecuado y en armonía con la naturaleza única de cada persona, es el camino Ayurvédico hacia el equilibrio de los doshas y el aumento de Sattva. A través de este camino cada uno de nosotros puede alcanzar su propio potencial y lograr las metas que nos hemos fijado en la vida. Yoga y Ayurveda traen dones que nos ayudan a guiarnos a lo largo de nuestros caminos.