Ayurveda y la hipertensión

 La hipertensión es una condición crónica en donde la presión contra las paredes de las arterias aumenta. Es una enfermedad silenciosa, menos del 70% de las personas con hipertensión están siendo tratadas. La hipertensión hace que el corazón trabaje más, aumentando su demanda de oxígeno y puede llevar a una serie de complicaciones. Generalmente no hay síntomas al comienzo. Sin embargo, algunas personas experimentan dolores de cabeza ocasionales, mareos y hemorragias nasales.

La presión arterial se expresa utilizando dos números. El promedio normal para adultos es de 120mm/80mm. Se considera que hay hipertensión cuando en mediciones consecutivas el número superior (conocido como presión sistólica) está encima de 140mmHg o cuando el número inferior (presión diastólica) está por encima de 90mmHg. ¿Recuerda cuándo fue la última vez que se tomó la presión arterial?

La hipertensión puede darse debido a una enfermedad secundaria (por ejemplo, a problemas de riñón) o sin una causa aparente. El manejo de esta condición requiere traer equilibrio al sistema cardiovascular, pero también al sistema nervioso. En muchas ocasiones es necesario restaurar también el equilibrio en los riñones y el sistema endocrino, entre otros.

Hay 690 millones de personas con este mal y más del 70% están sin control o tratamiento (Intramed, 2010). Incluso, no todos aquellos que están en tratamiento la tienen bajo control: solo el 33% lo logra. La hipertensión es un factor de mortalidad mayor que el tabaquismo y el alcoholismo, o el colesterol elevado.

Desde la perspectiva ayurvédica, es necesario identificar la causa de la hipertensión según los doshas afectados (vata, pitta, kapha). En términos de alimentación, se recomienda que los pacientes reduzcan la ingesta de sal. En general, la persona debe seguir un programa nutricional diseñado por un especialista para pacificar los doshas aumentados.

En términos herbales, se puede complementar el proceso utilizando hierbas con propiedades anti-hipertensivas, que apoyen el sistema cardiovascular y nervioso, y según los sistemas involucrados.

El manejo del estrés es esencial. Para esto, se puede implementar una serie de terapias para los cinco sentidos, enfocando el proceso en recibir impresiones sensoriales armoniosas. Se ha demostrado que los aceites esenciales (como una mezcla de lavanda, ylang ylang y bergamota o salvia rosa y manzanilla) son beneficiosos para el manejo de la condición.

Las terapias corporales, específicamente abhyanga (masaje ayurvédico con aceites herbales) también apoyan el proceso de sanación al llevar a una profunda relajación del sistema nervioso y nutriendo profundamente el cuerpo y la mente.

En términos de estilo de vida, es necesario realizar cambios a largo plazo. En particular, se recomienda suspender el consumo de tabaco, las bebidas diuréticas y estimulantes (como el café, el alcohol, bebidas energéticas, gaseosas con cafeína, entre otras). Los pacientes también deben aprender y practicar la meditación y Yoga. Todas las actividades que apoyan la relajación y desarrollan la conciencia son recomendadas.

Ayurveda nos hace la invitación de ir más allá del diagnóstico y hacer un cambio de estilo de vida que maximice el potencial para sanarnos. Es necesario contar con el apoyo de un Profesional de Ayurveda en este camino para así lograr el éxito. No debemos convertirnos en parte de las estadísticas aterradoras: primero, debemos darnos cuenta si padecemos de la condición, y en caso de ser así, tomar riendas en el asunto y comenzar un tratamiento integral.